martes, 1 de septiembre de 2015

CONTINUACIÓN DE LA ELABORACIÓN DEL COMPOST

Tendiendo en cuenta que muchos de los residuos orgánicos que generamos a diario en nuestros hogares tienen un gran potencial, es necesario implementar medidas que nos permitan darles un manejo más apropiado y que contribuyan a disminuir, de manera significativa, el volumen de los residuos llevados a los rellenos sanitarios y por consiguiente a proteger el medio ambiente.

                                     

Una forma de hacerlo es a través del compostaje. El compost, es un abono de gran calidad obtenido a partir de la descomposición aeróbica de residuos vegetales que mejora la estructura del suelo y ayuda a la absorción del agua y los nutrientes por parte de las plantas es un proceso que puede realizarse en casa y a bajos costos. 
Para fabricar compost en el hogar se necesita un contenedor (compostera) que puede ser fabricado por nosotros mismos o también se puede adquirir en el mercado. Hay páginas Web en donde te enseñan a cómo construir una compostera casera de manera sencilla y económica.

La materia prima que se debe utilizar para la producción consta de residuos vegetales como frutas, verduras, cáscaras de huevo, bolsas de té, que a diario consumimos y botamos a la basura; hojas y ramas, chips de madera, tallos, paja, pasto seco, flores marchitas, que podemos encontrar en parques o en nuestro propio jardín. Igualmente cartones, papel higiénico, papel kraft, pañuelos desechables. Debe tener en cuenta que la carne, huesos, lácteos y comida frita o con aceite no sirven para hacer compost.

                          

Una vez se tienen los residuos se introducen en la compostera alternando capas de vegetales frescos y capas delgadas, de 3 o 4 cm, de material seco (aserrín, cartón, cenizas, pasto, etc.) Los residuos vegetales deben picarse en partes pequeñas ya que así el proceso de descomposición será más rápido; los trozos grandes tardan más tiempo.


De igual manera es necesario mantener la temperatura de la compostera entre 33-55ºC y una humedad entre el 40-60%. En invierno póngala al sol protegida del viento y en verano a la sombra. Cada 15 días debe revolver la mezcla con una pala o herramienta con punta ya que esto ayudará a oxigenarla y a acelerar el proceso.
Transcurridos de 2 a 3 meses los residuos del fondo se habrán transformado en compost joven. Abra la puerta inferior de la compostera y retire el compost que ya esté listo; lo identificará fácilmente por su textura esponjosa, su color oscuro y por la ausencia de restos visibles de residuos vegetales.
Debe tener en cuenta que el compost es un poderoso fertilizante por lo que debe aplicarse solo en pequeñas cantidades, aunque con cierta frecuencia. Para un macetero, solo se necesita de un puñado y para un jardín una delgada capa superficial.

                             


Dar vuelta a la compost, dejando la parte inferior hacia arriba y la exterior hacia abajo.